Durante nuestras prácticas, el concepto que hemos ido creando sobre el Rol Docente, ha ido evolucionando con cada visita a los distintos lugares y cada vivencia adquirida en ellas, es aquí también donde nos planteamos numerosas interrogantes con respecto al papel que nosotras tendremos que cumplir y el como lo podremos desempeñar de la manera más correcta y acertada posible. Por ende es aquí donde nuestra reflexión se hace más amplia, como también nuestra critica sobre el desempeño que talvez no cumplen con las expectativas que nosotras nos hemos planteado, y el por qué se está dando esta situación.
A nuestro entender y lo que logramos reconocer y reflexionar, es que un
buen rol docente no sólo se refiere a la entrega de conocimientos de una manera óptima, permitiendo así el aprendizaje de sus estudiantes, sino que es mucho más que eso, es tomar conciencia de que trabajamos con seres emocionales, que sus vidas tienen un contexto en donde nosotras como futuras docentes queremos llegar a ser parte importante de ella, parte del cambio, de la esperanza, del apoyo y de la amistad que se desarrollaran durante su camino . Pero para ello, debemos ser concientes de la importancia de nuestro rol, de que nuestras palabras, que sabemos, no son inocentes y que por lo tanto influyen en como el mundo nos percibe. Queremos educar de la mejor manera posible, pero principalmente queremos a través de experiencias compartidas Aprender de Ti, de tus sensaciones y de la manera como enfrentas y sabes llevar esta vida, tan compleja como en la que nos encontramos insertos hoy, aprender también de los tropiezos de ambos, de nuestras debilidades y fortalezas, de alegrías y tristezas, para así, ser quien tú necesitas que yo sea y quien yo deseo llegar a ser un día no muy lejano, para poder respaldar a personas tan lindas y llenas de amor para entregar .
El tener en claro lo fundamental que es cumplir de buena manera y lo mejor posible este rol, nos mueve a seguir adelante en este camino tan especial en nuestras vidas, el que nos llenará de grandes alegrías y satisfacciones , que no necesariamente nos benefician de manera directa a nosotras como docentes, sino que nos enriquece el alma al sentirnos capaces de poder mejorar la calidad de vida de personas que nos necesitan o que nos brindan y depositan su confianza en nosotras, para un bienestar que se da de manera reciproca.
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